Con las dotes de un arqueólogo que traza el vínculo entre la historia de la humanidad y el diseño, y además hilvana su discurso con pedagogía y sentido del humor, Juli Capella nos ha descubierto las formas innumerables de nacer que tienen las cosas. “Infinitas”, -afirma con la autoridad de quien ha plasmado el resultado de su búsqueda en su libro “Así nacen los objetos”.
Fue el primer día de unas Jornadas de Diseño que este año cumplen su 23 edición, y que viene organizando la Escola d’ Art i Superior de Disseny d’Alcoi, centro pionero en la enseñanza que promueve el diseño como eje de la industria y desarrollo del tejido económico, social y cultural. La primera ponencia formuló mensajes tajantes: “Las cosas no nacen solas, no crecen de la tierra ni caen de los árboles”, -dijo Juli Capella. “Así que traigo buenas noticias para vosotros, futuros diseñadores. ¡Estáis aquí para hacer que nazcan las cosas! No os fiéis de quienes dicen que todo está hecho, es gente sin imaginación.”
Diseñadores: ¡a comerse el mundo!
Desde la aceitera diseñada por Marquina hasta la pinza de tender, el imperdible, el humilde clip, la cremallera, el bolígrafo Bic o el velcro ingenioso, Capella ha rastreado el origen de objetos emblemáticos nacidos por muy distintas razones: confort, progreso, innovación, mejora de la función, complementariedad, simplificación, belleza, emoción, espiritualidad, diversión o incluso cachondeo. Un bestiario interesante que precedió al Decálogo del Diseñador. Un mandamiento para empezar: “¡Tienes que comerte el mundo, has de estar convencido de que tienes algo muy importante que dar a la sociedad!”
Green Me, un SOS de moda cien por cien ecológica
Tiziana Domínguez, directora de Responsabilidad Corporativa de la empresa Adolfo Domínguez, en el segundo día de Jornadas habló sobre su trabajo (y compromiso vital) vinculado a cuestiones que atañen a industria, mercado, consumidor y, en especial, al impacto sobre el medio ambiente y trato que la industria de la moda da a los animales. “Cuando hace dos años entré en la empresa me dediqué a darle la vara a todo el mundo para que se hicieran los cambios que creía necesarios”, -explica Tiziana. “No me sentía identificada con lo que se estaba haciendo a nivel de diseño y tejidos. Cogí el mando y dije ¡esto hay que cambiarlo!” Desde varios frentes lo está haciendo, lo que incluye Green Me, una colección 100% ecológica que diseña con doble consigna: “Soy verde” / “Hazme verde”) “La moda sostenible es un tema que me apasiona”, -afirma con ilusión. “Lo que hacemos con nuestras opciones vitales es, en vez de fastidiar al medio ambiente, analizar nuestro impacto para reducirlo al máximo.”
Comunicación universal a través del diseño
La invención de un concepto para el ámbito del mobiliario –el passdoor- ha polarizado en el tercer día de las Jornadas el interés hacia las propuestas con las que Gandía Blasco ha afianzado su marca en un mercado global. Su estilo luminoso con raíz mediterránea se ha instalado en los ambientes más chic del mundo. “Que nuestros productos se aprecien por igual en todos los países para mi tiene mucho valor”, -confiesa José Gandia-Blasco, diseñador, fundador y presidente de la compañía. “Lo que hacemos es, en cierto sentido, como la música, un lenguaje que se entiende en todas partes, una forma de comunicar absolutamente universal. Y me encanta que sea así”. Con él ha venido Luis Calabuig, de Odosdesign, artífices del material publicitario de Gandía Blasco y diseñadores de piezas emblemáticas. El suyo es un ejemplo de colaboración basado en la confianza. De eso que es tener feeling y buen rollo con el cliente.
Crudo, sin conservantes ni colorantes
Diseño gráfico en crudo, al natural. Diseño con la cara lavada y sin maquillar. Con su lema de descubrir los valores detrás de las cosas, las palabras de Bendita Gloria no caen en saco roto. En la última ponencia de las Jornadas, el directo de este dúo barcelonés resultó tan fresco como su trabajo. “Os aconsejamos que hagáis oídos sordos a todos esos clichés –que si los filtros, que si la helvética, etc.- que se dicen en diseño gráfico. ¡Tonterías que no conducen a ninguna parte!” Santi Fuster y Alba Rosell demostraron que “Menos es Mac”. Eso es, que el valor de un diseño no es la herramienta sino el concepto. Uno de sus trabajos más premiados, Yes we wine, -identidad integral para los vinos de Casa Mariol- resume su actitud de repulsa a lo accesorio. Con soluciones caseras con WordArt, ClipArt y PowerPoint, sus propuestas han roto corsés y conquistado prestigiosos premios de diseño. Regla primera: “eliminar la poesía barata y los nombres tipo viña sedosa o lágrimas- de-no- sé-qué”, dicen entre risas. Su mensaje sin trampa ni cartón es un detonante para ponernos las pilas.
Matilde M. Oriola