La visibilización de cuestiones sociales y ambientales hace de hilo conductor en los TFTs de Moda

Los Trabajos de Fin de Título del alumnado Diseño de Moda de la convocatoria de junio comparten el compromiso social de las temáticas escogidas para desarrollar las colecciones. Además, encontramos un amplio abanico por lo que respecta a la proyección y materialización estética y creativa de las diferentes piezas.

Claudia Tomás ha presentado ‘Hoose’, un proyecto final TFT de Grado de Moda, inspirado en el look urbano de los barrios marginales. Una estética de “falso lujo” que explota, con precisión técnica, unos diseños de gran complejidad y con gran diversidad de materiales, superposiciones, asimetrías, contrastes…Su inspiración arranca en el look de las tribus urbanas afroamericanas de los 70 que dieron nacimiento al movimiento del hip hop y lo traslada a la estética y a los ambientes socioculturales afines de la actualidad. Un proyecto arriesgado, innovador e impactante.

Adrián Moreno con su colección ‘Abnormal Bodies II’ nos propone un controvertido desembarco en la estética contemporánea que gira alrededor de los trastornos alimentarios generados por la dictadura de la Moda y los “parámetros antropométricos ideales”.

Su propuesta de TFT supone una arriesgada apuesta por la concienciación social acerca de la distorsión psicológica producida por estas corrientes de moda iniciadas en los años 90 y que han generado situaciones extremas, en ciertos grupos juveniles, a lo largo del s. XXI.

Su proyecto expone un proceso de superación que, partiendo de las limitaciones y ataduras asfixiantes, generadas por esta estética, alcanza finalmente la superación y la ruptura de los corsés producidos por estos trastornos estéticos y de personalidad, logrando finalmente una propuesta estética personal liberadora.

Eugenia Jiménez presenta ‘Left me alone’, un proyecto final muy implicado en la problemática de la ecosostenibilidad y en la búsqueda de un posicionamiento, desde el ámbito de la industria de la moda, en la decisión estratégica de actuar contra la acumulación de residuos plásticos, entre otros, y reconvertirlos en materia textil de alta calidad que entraría de nuevo en el circuito de la Moda.

Al mismo tiempo, propone una nueva línea de producción dirigida a un sector de edad olvidado por el sistema de la moda, el de la preadolescencia, que ya no acepta la moda infantil, ni tampoco se identifica completamente con la Moda juvenil/adulta.

Para este proyecto cuenta con el patrocinio de la empresa de moda infantil Tutto Piccolo con lo que se vislumbra un futuro muy prometedor del proyecto desde el punto de vista de su viabilidad y proyección comercial nacional e internacional.

Zulema Payá propone ‘Violeta’, un proyecto final cuyo leit motiv es la lucha por los derechos de la mujer, en su empeño por romper los límites comerciales de las Grandes Marcas en cuanto a tallas grandes, lo que supone el menosprecio de una parte de la población femenina que queda fuera de las tendencias de moda por las limitaciones normativas de los cánones de belleza.

Su propuesta de diseño se circunscribe a la ropa de fiesta con un componente hedonista que Zulema quiere extenderlo al vestuario femenino diario. Es una propuesta que se inspira en las flappers, las chicas de los años 20 que llenaban los clubs de jazz y charleston, rompiendo con las “buenas” normas de conducta y con las etiquetas de su época.  Es un proyecto tratado técnicamente con esmero y pasión.

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